Hannen Barril

Cómo segunda entrada he elegido este sitio un tanto especial, se encuentra en el Puerto de la Cruz y mucha gente lo conocerá por sus cervezas alemanas pero quizás no han probado su         exquisita comida!

Es un sitio de fácil acceso y muy céntrico, el único problema es el aparcamiento...yo suelo optar por el parking gratuito que está al lado del puerto donde ponen la feria en época de fiestas, no tiene pérdida...

 Dirección :
Plaza del Charco, 1, 38400, Puerto de la Cruz, Santa Cruz de Tenerife.



Tienen una carta relativamente variada aunque podríamos decir que su especialidad es la carne y  salchichas alemanas.
Bastará con mirar a tu alrededor para saber que debes pedir, es un truco que nunca falla.
"Culo veo culo quiero"

 
Indispensable pedir Mett, carne cruda untada en una rebanada de pan condimentada con pimienta y cebolla.
Digamos que su textura recuerda a un paté, su sabor es muy bueno nada de sabor a sangre y esas cosas que se pasan por tu cabeza cuando escuchas la palabra "crudo"
Se que espanta un poco, a mi también me costó probarlo... pero reconozco que esta realmente bueno!!
 
Como plato estrella el entrecot, lo preparan al punto que tu elijas, que parecerá una tontería pero no en todos sitios te lo sirven como lo pides.

El solomillo también está muy bueno aunque es un poco/bastante caro así que ahí ya depende de lo que uno pueda o quiera gastar.

Como opción más económica recomiendo  el plato de salchicha alemana blanca.

Todos los platos van acompañados de papas fritas, ensalada de papa alemana y ensalada de col.

 No puedo recomendar postre porque normalmente este me lo pido en otros locales cercanos que recomendaré en otras entradas.

Para finalizar, destacar que el trato siempre es muy bueno, la calidad de la comida no varía en función de los días, sirven rápido y lo mejor de todo es que la cocina no cierra , asi que es el típico sitio al que acudir cuando son las 4 de la tarde y aún no has comido!

Como cosas malas podría decir que no me gusta nada la música que ponen, que cuando hay mucha gente o hace fresquete para estar en las mesas de la terraza, no hay más remedio que sentarse dentro y tragarse esa música pachanguera.